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Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Capítulo 294
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Capítulo 294

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Josefina hizo que su chofer recogiera a Natalie temprano en la mañana, y después del desayuno, Josefina tomó la mano de Natalie.

Natalie, hoy estás conmigo. No he ido a muchas fiestas en los últimos años, así que no conozco a muchas chicas, así que yapresentarás entonces.

Natalie asintió, -De acuerdo.

La fiesta empezaría por la noche, pero los criados ya estaban ocupados, algunos limpiando la Mansión de Armonía, otros preparando los ingredientes.

Natalie no tenía mucho que hacer, así que fue al estuy cogió un libro para leer en el cenador del jardín.

No llevaba mucho tiempo leyendo, y de repente una sombra se posó sobre sus ojos.‘

Natalie levantó la vista y se sorprendió al ver que era Tadeo.

-Primo, ¿cuándo has venido?

Tadeo sonrió y se sentó frente a ella, -Hace tiempo que estoy aquí. La abueladijo que

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estabas leyendo en el jardín, así que vine a buscarte.

-¿Tienes algo que decirme?

Tadeo asintió y dijo: -Sé el propósito de la fiesta de abuela, pero ahora mismo no estoy interesado en una relación, así que quiero pedirte un favor.

Natalie frunció los labios, -¿Qué favor?

-Espero que puedas ayudaa persuadir a mi abuela, eres la persona que más le gusta, seguro que escuchará lo que le digas.

Natalie frunció el ceño y guardó silenunos segundos antes de decir: temo que no

puedo ayudarte con eso.

Tadeo rió suavemente y dijo despacio: -Tú deberías saber mejor que yo lo que es estar con alguien a quien no quieres. No quiero hacer daño a nadie ni fingir delante de mi abuela.

Natalie apretó el libro involuntariamente, con las puntas de los dedos vidriosas.

Estaba a punto de decir, pero una voz helada sonó desde fuera de la glorieta.

-Si de verdad no te gusta el plan de abuela, ve tú a hablar con ella. ¿Qué sentido hablar de mi mujer aquí?

Giraron la cabeza al mismo tiempo y vieron a Leonardo entrando en el cenador con expresión

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Sentado junto a Natalie, miró a Tadeo fríamente.

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-Natalie es introvertida y no le gusta hablar con extraños. Si no tienes nada más, ya puedes irte.

Tadeo sonrió, le dirigió una mirada significativa a Natalie y sonrió, –Fui yo quien ofendió a Natalie hoy, espero que no te moleste.

Natalie se quedó pálida, -No, noimporta.

Cuando Tadeo se marchó, Leonardo giró la cabeza para mirar a Natalie con frialdad.

-Si te sigue molestando, no le hagas caso.

Natalie frunció el ceño, esto sería demasiado grosero.

-Señor Ramos, no le he perdonado. Por favor, aléjese de mí.

Apenas terminó de hablar, su cintura fue abrochada.

-Acabo de ayudarte. ¿Eso no anula mis delitos anteriores?

Sus cuerpos estaban tan apretados que Natalie parecía poder sentir el calor de él a través de su

ropa.

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Empujó a Leonardo lejos de ella y caminó hasta el asiento más alejado de él y se sentó, diciendo: — Señor Ramos, no olvides quetrolee tu primo, y todo por tu culpa.

Tadeo, que se había ido de Monteflor hacía unos años, sabía que Leonardo no la quería, así que se podía imaginar lo que el resto de Monteflor pensaba de ella.

Leonardo: -…

Al ver que estaba callado, Natalie se levantó y le miró: -No tienes nada que decir, ¿verdad? Así que depende de ti si puedo perdonarte o no.

Tras decir eso, Natalie se la vuelta y se disponía a marcharse.

A sólo dos pasos, fue abrazada por Leonardo por detrás.

Apoyó la barbilla en su hombro, su cálido aliento en su oreja, haciéndole cosquillas, la sensación parecía viajar desde su oreja hasta su corazón, y el cuerpo de Natalie se puso rígido

por un momento.

-¿Qué hago para que no te enfades?

La seductora voz de Leonardo resonó en sus oídos, y Natalie guardó silenunos segundos antes de apartarlo y retroceder unos pasos.

Señor Ramos, esto es algo que deberías pensar, no preguntármelo a mí.

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Mirando la espalda de Natalie mientras se iba, los ojos de Leonardo se profundizaron y no la persiguió.

Volvió al salón, Josefina la y se apresuró a decirle: Natalie, ven aquí.

Natalie caminó a su lado y se sentó, —Abuela, ¿qué te pasa?