Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 101

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Capítulo 101

Tyson se sintió incomodo. No se atrevería a decir eso.

La mirada de Samuel sc volvió fría pero dijo:

-No estoy molesto contigo.

Tyson se congelo:

–¿Sr. Macari?

-Me he perdido demasiadas cosas en esos tres años -comentó mientras se pellizcaba el

puente de la nariz – Incluso te he pedido que la acompañes a sus revisiones en el hospital.

Claro que tú la conocerás mejor que

«Soy yo. Soy el que alejó a Kathleen. No puedo estar molesto con nadie por esto», se

culpó.

En ese momento, Tyson se armó de valor para decir:

-Sr. Macari, creo que, mientras ella siga viva, usted todavia tiene una oportunidad. No

espere a que se haya ido para arrepentirse. Será demasiado tarde.

Samuel se volvió para mirarlo.

-La verdad es que la Sra. Macari ya ha dicho que quiere vivir en paz con usted. ¿Por qué

no acepta? – murmuró el subordinado con tristeza-. La señora lo amó por muchos años.

Usted puede hacer que lo vuelva a amar.

-¿Hacer que se enamore de mi otra vez?-su jefe frunció el ceño.

-Asi es. Aunque la Sra. Macari ya no es como antes, puede esforzarse más. No fuerce su

voluntad sobre ella como antes. Debe tener en cuenta lo que ella quiere -explicó.

-De acuerdo, lo entiendo -Samuel asintió con actitud solemne.

-Sr. Macari, he encontrado información sobre el asunto que me pidió que investigara-dejó

los documentos en sus manos. Al parecer, la Sra. Macari y el Sr. Johnson han regresado en

busca de sus parientes.

-¿Qué parientes? -Samuel frunció el ceño.

– Los padres de la Sra. Macari son huérfanos – comenzó Tyson-. Parece que desean

encontrar a su familia. La madre de la senora fue adoptada, pero siempre ha querido

buscar a sus padres biologicos. Segun mi investigación, parece probable que hayan

encontrado algunas pistas, y por eso han regresado.

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Samuel se quedó mirando a Tyson, «Así que Kathleen no volvió por Christopher reflexiono.

-¿Qué han encontrado? – preguntó con desdén.

-La madre de la señora Macari parece ser la tercera hija desaparecida de la familia Yoeger-

respondió Tyson.

-¿Qué? -exclamó Samuel, sorprendido.

la madre de Kathleen es la tercera hija de la familia Yoeger? ¿Es por eso que Kathleen se

parece tanto a Nicolette? Es por eso que sus medulas oscas eran compatibles?», analizó.

-¿Qué más has encontrado?

-Nada más. Eso es todo murmuro Tyson-. La señora Macari asistirá a un banquete esta

noche. Christopher también estara allí.

–Haz los arreglos. Yo tambien voy-ordenó Samuel.

-Entendido -asintió.

Los agudos ojos de Samuel se volvieron entonces a mirar la pantalla. Mientras miraba el

perfil lateral de Kathleen, le dolia el pecho.

«Si hubiera conseguido que Kathleen asistiera a la celebración del cumpleaños de la vieja

Sra. Yoeger, tres anos atrás, ¿habrian resultado las cosas de forma diferente? ¿No se

habria marchado? En cuanto a la familia Yoeger… Tengo una cuenta pendiente con ellos»,

penso.

Alas ocho de la noche, Charles fue a recoger a Kathleen en un Bentley negro.

Ella llevaba un vestido largo con hombros descubiertos y una abertura que dejaba ver sus

largas y bonitas piernas. Era hermosa de una manera suave y tierna. Sin embargo, en el

momento en que se vestia, tenia un aspecto seductor y exquisito.

Mientras Charles miraba a su hermana, bromeó:

– ¿A quién piensas seducir esta noche?

Kathleen sólo le dirigió una timida sonrisa. Luego se inclino para entrar en el coche. Asi,

Charles los llevó al banquete.

-Vanessa es ahora la que tiene la última palabra en la familia Yoeger. Zachary puede ser el

heredero, pero está mal de salud, asi que ella es la que toma la mayoría de las decisiones

-explicó Charles.

Kathleen frunció el ceño.

-¿Es Zachary el padre de Nicolette?

-Si-asintió en señal de afirmación. Al oír eso, Kathleen se quedó callada.

-Deja esto en mis manos si quieres vengarte de ella -le dijo Charles en tono frio-, No me

importa quien sea Samuel. Voy a dejar lisiada a Nicolette y te la voy a entregar. Voy a

vengar a mis dos sobrinos.

Kathleen se quedó callada un rato.

-Miqueja con Nicolette no puede descartarse asi como asi. Sin embargo, resolvamos

primero la cuestión de nuestra historia. Me temo que Samuel nos detendrá siapuntamos a

Nicolette ahora. Si eso sucede, perderemos más de lo que ganamos.

-Es cierto-asintió Charles con un movimiento de cabeza.

Después, fueron a un club privado y los dos salieron del coche.

Kathleen engancho su brazo alrededor del de Charles antes de que entraran en el lugar.

De inmediato, todos voltcaron a mirarlos.

Charles habia mantenido un perfil bajo antes. Sólo cuando Kathleen saltó a la fama, los

demás descubrieron que era su representante y el director general de Astra

Entertainment.

Por otro lado, ella era una actriz premiada, exesposa de Samuel y prometida de

Christopher. En resumen, su identidad era bastante compleja.

Sin embargo Samuel y la familia Macari la protegieron bien. Rara vez se la veía. Una de las

pocas veces que aparecio en publico fue cuando Samuel reveló la foto de su boda, hacia

un año.

Incluso en ese momento, él seguia manteniendo ese post como su tuit fijado. Nunca lo

habia retirado.

Charles llevó a Kathleen hasta Vanessa.

-Sra. Yoeger, hola –saludo.

Vanessa Yoeger hacía poco tiempo cumplió cincuenta años. Sin embargo, gracias a su

estricta rutina de cuidado de la piel, no parecía tener más de treinta y cinco anos.

Lanzó una larga mirada a los hermanos.

-Asi que, este es el Sr. Johnson y la premiada como mejor actriz.

-Me sorprende que nos conozca, señora Yoeger -saludo Charles con una sonrisa que no le

llegaba a los ojos – He oido que estais interesados en montar un negocio de vino tinto.

¡Qué casualidad! Tengo una bodega en Belmonia, ¿está interesada en trabajar conmigo?

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Vanessa entrecerró los ojos:

-Sr. Johnson, ¿está usted aqui para una negociación?

-Por supuesto. ¿Para que otra cosa vendríamos?-le sonrió con dulzura. Nadie podia saber

lo que sentia en ese momento.

Mientras Vanessa miraba la bonita cara de Kathleen, pronunció:

– Ja. No importa.

-Sra. Yoeger, idiscutimos esto en detalle? – preguntó Charles en tono frio.

-De acuerdo – Vanessa asintió.

Charles miró a Kathleen:

-Vuelvo enseguida.

-Claro -ella asintió.

Con eso, Charles y Vanessa se apartaron para conversar.

Kathleen agarró una copa de vino y pasco por el lugar. Su mirada se posó al fin en un

hombre de mediana edad, y se acercó a el.

-Sr. Pollard

es usted? le sonrió.

Ivan Pollard se dio la vuelta.

-¿Es usted la señora Kathleen Johnson? -saludó con agradable sorpresa.

–No puedo creer que me conozca, señor Pollard. Qué honor.

-Es usted demasiado humilde, Sra. Johnson. ¿Quién no la reconoceria?-la miró con afecto-

¿En qué puedo ayudarla. Sra. Johnson?

-Solo quiero tener una charla con usted, Sr. Pollard. ¿Puedo tener el honor?

-Claro -respondió lván con una risa-: ¿De qué te gustaria hablar?

-Hace un año, cuando estaba en Ferropene, fui atacada por una banda – comenzó con una

mirada sombria – Atrapamos a uno de los atacantes, que dijo que actuaba bajo sus

órdenes. Me gustaria preguntarle si te lo he ofendido de alguna manera.

Ivan se quedó helado. ¿Mis hombres han sido capturados? ¡Pensé que estaban todos

muertos! No puedo creer que algunos sigan vivos», se preocupó.

-Srta. Johnson, no escuche sus tonterias! Esto es una calumnia-echo humo- ¡No le guardo

ningún rencor, señorita Johnson!

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