Enamorándome de mi esposa provisoria

-Kate había hecho macarrones con queso a Samuel! -Wynnie habló con emoción. ¿Piensa

Kate perdonarlo?

-Estas siendo demasiado optimista -respondió Calvin con indiferencia-. No creo que Kate lo

perdone sin

más.

-Eso es porque su relación con Nicolette sigue sin resolverse –dijo Diana con desden-,

Katie ha vuelto, pero Samuel sigue defendiendo a Nicolette. Asi que seria dificil que

volvieran a estar juntos.

– Samuel está fuera de si! -Wynnie se enfureció-. Mi hermana y mi cuñado ya estaban alli

para ver a su futura nuera, y el seguia impasible por mucho que intentáramos ayudarle.

Es tan exasperante.

– Katie tiene el corazón roto. Tu juego de ganar simpatia no ayudaría – Diana suspiro.

-Puede que a Kate no le guste Christopher -dijo Calvin con calma.

-Después de todo, Kate ha crecido. Ahora sabe cómo repartir su amor, a diferencia de la

última vez, cuando le mostro todo su amor sin ocultar sus sentimientos -Wynnie estaba

muy preocupada-.¿Cuándo podré tener un nieto?

Antes había una oportunidad…

Diana permaneció en silencio un rato antes de comentar:

– No seas dura con Katie. Puedo darme cuenta que a ella tampoco le gusta Christopher.

Sin embargo, si tiene la intención de aceptar su amor en el futuro, no debemos culparla.

Calvin y Wynnie asintieron al mismo tiempo.

-No es poca cosa perder a dos hijos, por no hablar de perderlos de esa manera – continuó

Diana en un tono profundo-. Cuando tuve una revisión médica, hace unos dias, me

encontré con el doctor encargado de la cirugia de Katie. Me dijo que el aborto le habia

hecho mucho daño, y que podría causarle dificultades para quedarse embarazada en el

futuro. La familia Macari está en deuda con ella, y debemos compensarla como

Sea.

De nuevo, Calvin y Wynnie asintieron con aprobación.

Era la conclusión a la que habían llegado los tres: Por muy mala que fuera la relación de

Samuel y Kathleen, seguirán tratando a esta última como su hija biológica.

En cuanto al final de la pareja, lo dejarían para que el destino lo decidiera.

De regreso, Samuel recibió una llamada de Tyson:

-Senor Macari, Nicolette ha montado un escándalo en los últimos dias. Además, algunas

personas fueron a la villa para husmear alguna información – informo con tono solemne.

-Lo sé -Samuel frunció el ceno. Tenía un ligero dolor en el estómago, ya que había comido

dema

rápido.

Tras colgar el teléfono, se dirigió a la villa a toda prisa.

La Villa Espiritual recibió su nombre debido a sus inquietantes vibraciones. Nadie en su

sano juicio viviría alli.

Un ano atrás, Samuel compró la villa para convertirla en un lugar en el que Nicolette se

estableciera.

Ella se había roto la pierna y sólo tenía una criada tosca para cuidarla. Como era la hija

ilegitima de la familia Yoeger, nadie se preocupaba por su bienestar.

Sin embargo, su familia recordó su existencia hacia poco tiempo. Incluso enviaron a

algunas personas a buscar información en su residencia. En cuanto a sus intenciones,

Samuel tampoco estaba seguro.

Llegó a la habitación donde estaba encerrada Nicolette.

Estaba sentada en la cama con una bata de hospital a rayas azules y blancas, parecía sin

vida. Por la evidente cicatriz que tenia en la cara, se notaba que no habia recibido un buen

trato.

En cuanto vio a Samuel, se agitó:

-ija, ja! Estás aqui –se podia oir una pizca de odio y desesperación en su risa-. Cada vez

que vienes a verme piensas en Kathleen, ¿verdad?

-La familia Yoeger te está buscando.

Sorprendida por la noticia, se sintió abrumada por la emoción:

-¿Es cierto? ¿Van a venir por fin a salvarme?

-Eres una inútil. ¿Has pensado alguna vez por qué quieren salvarte?

-¿A quién le importa? No importa mientras pueda ser libre-ella entrecerró los ojos-. No me

dejarás ir. ¿Estoy en lo cierto?

Samuel permaneció en silencio.

-¡He estado sufriendo mucho gracias a tu tortura, Samuel! -gritó enfadada-. Durante el

último año, he estado viviendo una vida inhumana sin ninguna dignidad. ¿Por qué no me

dejas ir, teniendo en cuenta que te he salvado la vida antes?

–No puedo-respondió en tono gélido-. Has causado la muerte de mis dos hijos y casi has

causado la muerte de Kathleen. Toda esta tortura es incomparable con lo que he perdido.

Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos de inmediato:

-¡Eso es porque te amo!

-Todo lo que quieres es mi poder-respondió de forma sombria-. Quieres que te ayude a

recuperar tu condición de hija de la familia Yoeger.

Al ver que él se había dado cuenta de su plan, no se inmuto.

-Es cierto. Tengo la intención de utilizarte. Pero al mismo tiempo, también te amo. ¿Crees

que fui yo quien causó el aborto de Kathleen, Samuel ?

-Si-la mirada de su rostro seguía siendo gelida.

-Ja, ja! -Se rió con arrogancia-: Oh, Samuel. Si no fuera por tu negligencia que hizo que

todo el mundo pensara que yo era la que amabas. ¿Crees que harían caso a lo que digo?

Entrecerro los ojos y le lanzó una mirada gélida.

-Tienes razón. Es mi culpa.

-Asi que también eres responsable del aborto de Kathleen – Nicolette arqueó una ceja.

De repente, Samuel se quitó la corbata y se abrió la camisa para mostrar su pecho y la

horrible cicatriz que se extendia hasta el abdomen.

Se quedó aturdida por la visión al instante.

– Tu…