Enamorándome de mi esposa provisoria

Kathleen subió al coche, se sento junto al asiento del conductor y preguntó:

-¿Qué sabes?

Samuel sonrio, sus ojos tan oscuros como la tinta.

–Mi queridísima señorita Johnson, ahora me está suplicando un favor. ¿Por qué actúas

como si te debiera?

Ella frunció los labios.

Sabiendo que antes había sonado bastante impaciente, cambio de actitud y dijo:

-¿Hay algo que quiera decirme, señor Macari?

Una mirada divertida cruzó los ojos de Samuel mientras le pasaba una carpeta a Kathleen.

Estaba aturdida. «¿Me lo está dando con tanta facilidad? Al fin, está actuando como un ser

humano decente».

Cuando abrió el archivo, se sorprendió.

-¿Qué es esto? – Kathleen frunció el ceño- ¿Empeoró la enfermedad de Zachary?

– Por eso Vanessa está eliminando como loca a todos los que pueden afectar a los

intereses centrales de los Yoeger. -Samuel la miró de reojo-. Ten cuidado.

Kathleen dudó.

-Mi hermano y yo no sabemos nada de esto,

-Vanessa lo ocultó bien. Tuve que gastar mucho dinero antes de recibir esta información -

reveló Samuel-. Unos cuantos millones sólo por un arroz frito con huevo.

Kathleen se quedó sin palabras.

-Te lo pagaré. -Hizo un mohin-. Le pediré a mi hermano esos pocos millones.

Un destello agudo cruzó la gélida mirada de Samuel. Reprimiéndolo, sonrió.

-¿Quieres más información?

–¿Los tienes? -Kathleen se sorprendió.

-Puedo averiguar información que tu nunca podrás conseguir. Samuel la miro con una

expresión ilegible.

No lo nego

Mientras tanto, Samuel seguia mirándola relajada y pacientemente.

Pero tiene condiciones-respondió Kathleen con ansiedad- ¿Qué es esta vez?

Sonrio.

-Seguro que eres inteligente.

-Nunca fui tonta. Me volvi inutil cuando tu me cuidabas –se quejó Kathleen con

resentimiento.

Se arrepintió en ese momento de haberlo dicho.

–Si quieres, puedo seguir cuidando de ti. -Samuel le dedicó una sonrisa significativa.

Kathleen frunció el ceño.

– Ahora puedo cuidar de mi misma.

-Entonces, ¿por qué le pides dinero a tu hermano?-se burló Samuel con frialdad.

Se mordió los labios.

-Es mi hermano. ¿Se supone que debo pedirte dinero en su lugar?

– Naturalmente, no me negaré si eres tú quien me lo pide. –Samuel sonrió-, ¿Pero no eres

la prometida de Christopher? ¿Por qué no se lo pides a él?

Kathleen hizo una pausa. Así que eso es lo que está esperando.

-¡Chris es diferente a ti! -Sus ojos brillaron-. Me respeta mucho y no me pondría en apuros.

Samuel agarró con fuerza los volantes, con los nudillos sobresaliendo de la piel.

Todo lo que ella decia era lo que le faltaba en el pasado.

-Kate, cambiare en el futuro -dijo Samuel con voz ronca.

-Un leopardo no puede cambiar sus manchas. -Kathleen respiro profundo-. De todos

modos, ¿cuál es tu condición?

-El Grupo Macari está planeando invertir en una pelicula, pero aún no se ha decidido la

protagonista femenina. Quiero que actúes en el papel-respondió Samuel-. Con una actriz

premiada, la pelicula será muy popular incluso antes de su estreno.

Kathleen dudó un momento.

-Quiero leer el guión primero.

Samuel levantó las cejas.

–Entonces, ¿estás de acuerdo?

-La remuneración se utilizará para pagarte –continuo.

Samuel se rio.

Está bien siempre que aceptes actuar en la pelicula.

-Ouiero leer primero el guión. Si es malo, no lo haré. -Kathleen se atuvo a sus propios

principios.

Samuel sonrio.

-El director de la pelicula es Spencer Scott, y el guionista es Remy Mills. Conoces muy bien

su situación en la industria del entretenimiento.

Kathleen se quedó atónita.

Spencer era un director de fama internacional que había ganado innumerables premios.

Numerosas personas se morian por colaborar con él.

Kathleen no pudo evitar sentirse tentada. Si ambos produjeran una pelicula, sin duda sería

buena. Sin embargo, no se atrevió a expresarlo.

-Aun asi, me gustaría echar un vistazo al guión.

Samuel sonrió significativamente.

-De acuerdo, te lo enviaré más tarde. Ah, claro. ¿Por qué no me agregas en Whatsapp? Si

no, no te lo puedo enviar.

Kathleen se quedó sin palabras. Al final, se agregaron los contactos del otro.

Samuel miró su foto de perfil. Llevaba un vestido blanco y abrazaba un girasol. Con su

deslumbrante sonrisa, estaba preciosa.

«Quizás se divirtió durante su año en el extranjero. Quizas nunca me echo de menos,

¿verdad? No dejaba de alabar a Christopher. ¿Le ha hecho compania durante el último

año?» Mientras esos pensamientos pasaban por su cabeza, las emociones de Samuel

comenzaron a agitarse.

Mientras tanto, Kathleen miró la foto de perfil de Samuel. Fue tomada cuando estaba

probando su vestido de novia.

Ahora me voy. – Kathleen abrió la puerta del coche y se fue. Se sintió como si estuviera

escapando.

No entendia por qué Samuel queria usar esa foto como imagen de perfil.

Todos los miembros de su circulo social eran ricos y tenian un alto estatus. Si veían su foto

de perfil, sus mentes se desviaban.

Mirando a Kathleen mientras se iba, Samuel sonrió y acarició su foto de perfil.

«Está bien incluso si ella se olvida de mi por completo. Esta bien si quiere un novio gentil

que la respete. Voy à satisfacer todos sus deseos.

En ese momento, el teléfono de Samuel sono. Era una llamada de Christopher.

Atendió la llamada.

-¿Que pasa?

-Deja de molestarla-instruyo Christopher con voz grave- Samuel, ella ya no te quiere.