Enamorándome de mi esposa provisoria

-Anoche estaba borracho, así que no pude… Christopher no creia que hubiera hecho tal

cosa con Astrid.

Una persona borracha no tendría la energia extra para hacer eso.

No existía tal cosa como un error de borrachera. Sólo dependía de si alguien estaba

dispuesto a hacerlo.

Christopher estaba seguro de que nunca le pondría un dedo encima a Astrid, ya que no

estaba interesado en ella.

-Mm… Mm… – Astrit se lamento, agraviada.

La expresión de Felix sc ensombreció. Le indicó al mayordomo que fuera a echar un

vistazo.

Al cabo de un rato, el mayordomo salió sosteniendo la sábana, que tenia algunas marcas

rojas.

A Kathleen le entraron ganas de reir, y también se echó a reir.

Felix le lanzó una mirada apática y le preguntó:

-Señora Johnson, ¿de qué se rie?

Kathleen respondió con calma:

-Bueno, no es gran cosa. El viejo Sr. Morris, solo siento que en realidad no tiene que pasar

por tantos problemas para evitar que Christopher se case conmigo, ya que Christopher y

yo…

-¡Kate! – Christopher apretó los dientes.

-Christopher y yo no estamos comprometidos. -Kathleen le dedicó una pequeña sonrisa-.

Sin embargo, aunque no tengamos una relación, a Christopher tampoco le gusta Astrid.

Para obligarme a dejar a Christopher, has recurrido a sacrificar su matrimonio y su

felicidad. En cierto modo, eso no merece la pena.

Frunciendo el ceño, Felix preguntó:

-¿No están comprometidos?

– No lo haremos, por supuesto. -Kathleen explicó con tono monotono-: En realidad, es

porque mi hermano tiene miedo de que Samuel me moleste después de mi regreso. Por lo

tanto, le pidió un favor a Chris, y éste accedió a ayudarme. En un inicio tenia la intención

de decir a los periodistas después de un mes, que Chris y yo hemos cancelado el

compromiso.

Felix respondió con voz severa:

-Señorita Johnson, debería saber que no es compatible con Christopher.

-¡Abuelo! –Christopher se estaba poniendo ansioso-. Es entre Kate y yo. No te metas en

esto.

Christopher se acercó a Kathleen, la tomo de las manos y quiso llevarla fuera. Sin

embargo, Kathleen se nego a irse.

Christopher la miró, y su mirada era oscura ya la vez nerviosa.

Viejo Senor Morris, parece estar muy preocupado por mi. Es porque soy la exesposa de

Samuel? pregunto Kathleen, aparentando calma y compostura.

-Asies. –Felix tampoco oculto lo que pensaba-. Si fuera la exesposa de una persona

cualquiera,

probablemente no diria nada. Pero el problema es que Christopher y Samuel son primos.

Si Christopher se casa con la exmujer de su primo, iSC convertiría en el hazmerreir de los

demás! Aunque no tenga vergiienza ila familia Morris no puede permitirse que se manche

nuestro nombre!

-Abuelo!–Christopher bramo- Todo esto es idea mia. ¿Por qué tienes que humillar a Kate

asi?

Kathleen sonrio Parecia segura de sí misma bajo sus cautivadores rasgos faciales.

-Viejo senor Morris, precisamente porque soy una desvergonzada, he venido aqui por mi

cuenta después de recibir su invitación a pesar de saber que podría ser una trampa. ¿Cree

que soy una tonta que no sabe lo que esta tramando?

Los ojos de Felix se estrecharon hasta convertirse en rendijas.

Divertida, Kathleen sonrió y declaro:

-Has dicho que soy una desvergonzada, pero ¿qué hay de ti? Has dejado que un extraño

como yo sea testigo de esta escena. Parece que tampoco hay nada bueno en la familia

Morris ya que no temes en absoluto convertirte en el chisme de los demás.

La expresión de Felix cambio drásticamente.

-Viejo señor Morris, no me diga que cree que no tomaría represalias por haber sido

regañada por usted de esta manera. -Kathleen se mofó- ¿O es que supones que

aguantaría todo esto solo para casarme con la familia Morris?

Felix le dedicó una mirada fria.

-Srta. Johnson, es usted de verdad aguda.

-Gracias por tu cumplido. — Kathleen solo sonrió en respuesta-. Estoy siendo razonable

después de todo.

El rostro de Felix se desplomó.

-Señorita Johnson, perdón por ser tan directo. Me temo que nadie querría casarse con una

mujer divorciada como usted, en especial alguien de una familia prominente como la

nuestra.

– Ja, ja! -Kathleen no pudo evitar soltar una carcajada-. La familia Morris no significa nada

para mi. Aunque tu familia es rica, ¿no lo es también la mia? Mi hermano no es inferior a

nadie, y los ingresos de la empresa que dirige no son menores que los de tu empresa

también. ¿Qué derecho tienes a mirarme por encima del hombro?

Felix fijó su fria mirada en ella.

-En verdad no hay necesidad de que abuse de su antigüedad. -Kathleen afirmó con

frialdad-: Por último, viejo senor Morris, tengo que decirle que los tiempos han cambiado.

El tercer matrimonio puede resultar bien para una mujer también, por no hablar de un

segundo

Tras terminar sus palabras, se dio la vuelta para marcharse,

– Kate! –Christopher fue tras ella,

hristopher detente abil – Felix advirtió con durezae: No olvides que tienes algo muy

importante que

hacer.

Christopher se mofo:

Ya que no tiene verguenza, llamemos a la policia para que le haga una prueba y vea si le

hice algo!

Astrid se quedo helada, ya que nunca espero que Christopher dijera algo tan cruel, que

era muy diferente de su imagen por lo general gentil y educada.

Kathleen bajo las escaleras y se encontro con Samuel y Charles.

Para su sorpresa, no sólo estaban aquí, sino que también escucharon todo lo que Kathleen

acaba de decir.

Charles se sintió muy avergonzado.

-Kate, lo siento. En verdad nunca espere que…

Habrá este tipo de personas en la familia Morris.

– No hay nada de que sorprenderse. Es solo que la familia Macari nos ha hecho creer que

todos los de familia rica son tan amables como ellos. – Kathleen lanzó a Charles una

mirada indiferente estaba de acuerdo con que tú y Christopher decidieran en secreto por

su cuenta.

-Kate, no te enfades. No volveré a hacerlo. -Charles contesto con timidez, ya que nunca

espero que ocurriera algo asi.

-Lo más importante que tienes que hacer ahora es dar la noticia para informar a todos de

que no hay nada entre Christopher y yo. -Kathleen advirtió con voz sombria-: Además,

¡déjame en paz hoy!

Después de eso, se marchó.

Charles se sintió mal por lo que había hecho.

Justo en ese momento, Samuel la agarró por detrás de su palida muñeca.

Kathleen se dio la vuelta.

– Samuel, suéltame! No hay nada entre Christopher y yo, pero tampoco quiero tener nada

que ver contigo!

Samuel fijó su mirada oscura en ella.

-No te preocupes. Entiendo mi posición y tampoco pienso forzarte. Te sacaré de aqui.