Enamorándome de mi esposa provisoria

Capítulo 154

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Capítulo 154

Christopher se sintió ofendido por la desconfianza de Kathleen hacia él. Sin embargo,

sabía que no podia obligarla a confiar también en el

Fue su incapacidad lo que le impidió creerle de todo corazón. Sin embargo, tenia una

confianza indescriptible hacia Samuel, ya sea buena o mala.

Su comprensión de Samuel estaba profundamente grabada en ella.

-Descansa bien. Voy a hacer un movimiento primero. -Christopher se levantó para irse.

Kathleen suspiro.

Samuel la miró con sus ojos oscuros mientras preguntaba:

-¿Debería ser feliz?

Kathleen le devolvió la mirada.

-¿Feliz por que?

– Feliz de que confies en mi más que en Christopher. -Samuel levantó una ceja.

Kathleen resoplo:

– ¿De qué hay que alegrarse? ¿Crees que es algo de lo que deberías estar orgulloso?

Samuel frunció las cejas.

-Crees que te trato de forma diferente en comparación con los demás, pero no sabes que

estos fueron mis sufrimientos en aquel entonces.-La voz de Kathleen era suave y ronca-.

Porque te conozco demasiado bien, por eso puedo leer todas tus pequeñas expresiones.

He aprendido a observar tus expresiones, temiendo que te desagrade si no lo hago. He

tratado de interpretar mi papel de esposa perfecta, pero igual terminamos con el divorcio.

El rostro de Samuel se ensombreció.

-Me preguntaba todo el tiempo. ¿Tiene que ser siempre asi? – Kathleen fruncia el ceño-

¿Debo entenderte tan bien y complacerte tanto? Había una voz en mi cabeza que me

decia que te enamorarias de mi si me esforzaba más. Quizá si espero un poco más, te

darás cuenta de lo buena que soy. Pero todo mi trabajo duro fue en vano una vez que

Nicolette regresó.

La voz de Samuel era un poco ronca.

-Yo

–No te estoy reprendiendo por decirlo todo, Samuel. -Kathleen respiro profundo-. Es que

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me he dado cuenta de que no te va a importar esa persona por mucho que te quiera

porque no la quieres. Del mismo modo, es porque no me quieres, por eso tiendes a

ignorar todo lo que hago. ¿No es asi?

Samuel guardo silencio

Cuánto sabes de mi, Samuel ? – Kathleen se mordia los labios rojos. -Aparte de esas cosas

superficiales. ¿cuánto sabes de mis pensamientos internos?

– Yo… No lo se. -Samuel hablo con voz ronca-. Lo siento.

-En verdad no lo sabes – La voz de Kathleen era profunda-. Pero significa que todavía

tienes algo de conciencia de ti mismo, a juzgar por el hecho de que estás admitiendo esto.

Esto es lo que pasa, Samuel. Rechace a Christopher no porque no fuera tan bueno como

tú, sino porque queria simplificar las cosas. No volvi por la familia Morris, la familia

Corbyn, o lo que sea. Sólo quería resolver rápido todas estas cosas sin importancia.

¿Entiendes?

Samuel la miro con sus profundos ojos.

-¿Es que acaso yo también soy una de esas cosas sin importancia?

-Si. -Kathleen no pudo evitar asentir-. Si que lo eres. Al principio pensé que nos

convertiriamos en extraños cuando nos volviéramos a encontrar. Pero poco esperaba que

te aferraras a mi.

Ella no podia entenderlo.

-¿Asi que nunca he sido parte de tu plan? – preguntó Samuel.

Ella asintió.

«Ja! Samuel sonrió.

-La verdad siempre duele más que la mentira.

Kathleen frunció los labios.

Samuel levantó las manos y colocó el pulgar sobre los labios rojos de ella. Los acarició

suavemente.

-¿Pero qué debo hacer? Creo que me siento mal pero no me atrevo a irme.

Kathleen frunce el ceño.

-En aquel entonces, no tenía miedo porque daba por sentado tu amor. Sabia que siempre

estarias esperándome sin importar cuántas veces me fuera. – La voz de Samuel era baja-.

Ahora, yo no tengo miedo de irme porque tú no me quieres, pero yo si te quiero.

Kathleen se quedó mirando al frio hombre que tenia delante. No podia creer que esas

palabras salieran de el.

Samuel rebosaba de ferocidad. El aire que los rodeaba se volvió frio.

Kathleen se estremecio un poco. Sin embargo, esa ferocidad en el se desvaneció en un

abrir y cerrar de ojos.

-No hablemos de esto, Samuel bajó la mano. Hemos acordado ser una familia. Debería

aprender a adaplarme a esto,

Kathleen funció los labios.

Una sonrisa se dibujó en su rostro frio pero encantador.

Daro debo decir que has tomado la decisión correcta. Es la forma más sencilla al darme la

escritura de la tierra Lo simplifica todo,

-Pero eso es si puedes manejarlo.

Que tan dificil crees que puede ser? –Samuel levantó una ceja.

Kathleen fruició el ceno.

-¿No es dificil? ¿Y si Felix y Clement se dan la mano?

– No tendrán ninguna ganancia al hacerlo. ¿Por qué lo harían? – preguntó Samuel con

frialdad.

Kathleen hizo una pausa.

«Es cierto».

Si Clement sabía que la familia Morris no podia hacer nada una vez que la escritura de la

tierra fuera entregada a Samuel, no colaboraria más con ellos.

Christopher volvió a casa.

Emily se acercó a él.

-¿Cómo está Kate?

-Está bien-respondió Christopher.

-El abuelo está aqui. Te está esperando en el salón -dijo Emily.

Christopher frunció el ceño. No se sentía bien por dentro ya que estaba disgustado con

Felix.

Al llegar al salón, vio a Felix tomando café. Saludo:

-Abuelo.

Felix miró a Christopher de reojo.

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-¿Estaba Samuel cuando Kathleen me llamo?

Christopher asintió.

-Si.

– Hmph! ¡Lo sabia! Lo has visto todo, ¿verdad, Christopher? ¿Ella es tan irrespetuosa

conmigo pero aun asi quieres Casarte con ella?

Christopher frunció el ceno.

–Nolue porque la insultaste primero, abuelo? Qué pasa con un segundo matrimonio? ¿Es

ilegal?

Felix golpeo la mesa,

Como te atreves a hablarme asi? Esa mujer es una mala influencia para ti.

Mala influencia?

– No culpes de todo a los demás, abuelo. –Christopher se mostró frio- ¿Por qué no puede

hablar? Te Cuivocaste desde el principio. No hay nada malo en Kale. Los malos son los

Morris. No la merecemos

-¿De que estas hablando? –Felix estaba furioso. -¿Quién es ella para ser exigente? Es una

mujer que se va a volver a usar. Es su honor casarse con alguien de la familia Morris.

¿Como se atreve a rechazarnos? Si hubiera sido lo suficientemente inteligente, podría

haberme dado la escritura de las tierras y tener hijos en

-¡Ya basta! -Christopher estaba enfadado. -¿Quién crees que es Kate? ¿Y quién te crees

que eres tú?

La cara de Felix se puso pálida.

-Deja de ser tan arrogante -dijo Christopher enfadado- ¡Sé como tú y esa mujer trataron a

mama! Despues de todos estos años, y ahora haces lo mismo con la mujer que me gusta.

¡Te digo ahora que eso es intolerable! Me case o no con Kathleen, ino permitiré que la

insultes asi!

-¡Estás loco! – Felix estaba enfadado. Se volvió para mirar a Emily. -¡Mira a tu hijo!

Emily frunció el ceño.

-¿Por qué culpas a mama? -preguntó Christopher con frialdad.

En ese momento, Aaron volvió.

Podia oirles discutir desde el patio.

Era evidente que conocía el motivo de la discusión.

-Has vuelto justo a tiempo, Aaron! ¡Miralos! – dijo Felix con rabia. -¿Qué clase de jefe de

familia eres?

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