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Capitulo 3 Se llama Cristina Suarez
Julia se enfadd alin mas al darse cuenta. Se acercé a Cristina y le una fuerte bofetada en la cara, haciendo
que se le hinchara en el acto. —Sigues sin admitirlo, ;eh? Apuesto a que engafaste a mi hijo y te quedaste con
ese juguete tuyo con el dinero de nuestra familia. Para empezar, Julia nunca habia visto a Cristina como
miembro de la familia Herrera.
De hecho, ya habia elegido a una candidata para casarse con Natén, e iba a echar a Cristina en cuanto se curara
de su enfermedad. «Cristina no es mas que un parasito inttil! jNo merece formar parte de la familia Herrera!»
Cristina no esperaba que a Julia se le ocurriera una teoria tan ridicula sélo por una camisa de vestir. Se froté la
mejilla hinchada mientras miraba desafiante a Julia. —Llevo tres afios casada con la familia Herrera, y Natén no
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtse ha dejado ver ni una sola vez. Teniendo en cuenta lo guapas que son las mujeres extranjeras, dirfa que es
mas probable que sea él quienha estado engafando. —Tu... — Incapaz de soportar que alguien insultara a
su hijo, Julia levanté la mano para abofetear de nuevo a Cristina.
Esta vez, sin embargo, Cristina le agarré la mufieca con facilidad y le dijo: —Sefora Herrera, te permiti que me
pegaras una vez porque eres mayor, pero no debes confundir mi paciencia con debilidad. No olvides cémo me
casé con la familia Herrera en primer lugar. Luchar contra mi no te beneficiara en absoluto. Por aquel entonces,
la habfan drogado y entregado a la familia Herrera contra su voluntad. Si su madre no hubiera estado a merced
de la familia Sudrez, Cristina no se habria casado voluntariamente con Natén durante tres afios sélo para librarle
de aquellos desagradables rumores. Los ojos de Julia se abrieron de par en par por la ira y la incredulidad. —; Te
atreves a amenazarme? Durante tres afios habia dado por sentado que Cristina era inofensiva y sumisa. Por eso
se sorprendié cuando Cristina se defendié. —No, sélo te estoy haciendo un suave recordato—Con una sonrisa
en la cara, Cristina solté la mufieca de Julia. —De todos modos, yavoy. Cristina subié a recoger sus cosas y
poco después abandond la casa. Mientras tanto, Sebastian llamo a la puerta del despacho del director general
de Corporativo Herrera y se acercé a Natan, que estaba sentado en el sofa. —Hemos averiguado quién es, sefior
Herrera —Le entregd a Natan una carpeta. —Se llama Cristina Suarez. Asistia a la fiesta de graduacién cuando la
drogaron y acabd en tu habitacién por error. Sebastian supo de inmediato que Cristina no actuaba siguiendo las
instrucciones de otra persona. Natan no mostré reaccién alguna mientras echaba un vistazo a las fotografias que
habia dentro de la carpeta. La iluminacién era tenue, pero las cdmaras consiguieron captar el rostro de Cristina
con bastante claridad. Tenia unos rasgos faciales exquisitos, una figura menuda y curvas en todos los lugares
adecuados. Natan no pudo evitar recordar la noche salvaje que habia pasado ayer con ella. Al darse cuenta de
que Natan tenia la mirada perdida en las fotografias, Sebastian afiadié con cautela: —Hay una cosa mas que
debe saber, sefior Herrera. —
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(Qué pasa? Sebastian estaba tan nervioso que casi se mordi6 la lengua al decir: —Cristina es una mujer casada.
Habiendo trabajado tantos afios a las érdenes de Natén, sabia perfectamente que era un milagro encontrarse
con una mujer que no le provocara alergia. Sin embargo, también sabia que Natén no soportaba estar con
mujeres que pertenecian a otros hombres. Efectivamente, la mirada de Natén se volvié sombria al instante.
Sebastian rompié a sudar fcuando sintié que la temperatura de la habitacién descendia rapidamente.
«Buzz...»
El silende la habitacién se rompié cuando Sebastian recibié una llamada de la Mansién Jardin Escénico.
Sebastian mir instintivamente a Natan, que asintié en respuesta. Contestd rapidamente al teléfono, pero la
llamada sélo durd unos dos segundos. El rostro de Sebastian palidecié mientras se volvia hacia Natan y le decia
nervioso: —Sefior Herrera, el ama de llaves ha dicho que la sefiora Herrera fue a la mansion Jardin Escénico y le
hizo pasar un mal rato a tu mujer. La sefiora Herrera dijo que tu mujer te habia engafado.