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Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Capítulo 124
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Capítulo 124

El resultado fue que Evrie se quedo dormida, sumida en un profundo sopor, sin siquiera darse cuenta de cuando Farel habia terminado ni cuando se habia ido.

Al dia siguiente, el despertador sacé a Evrie de su suefio, sintiendo un dolor que le recorria los brazos y las piernas, y hasta el vientre le dolia con un pesar hondo.

Fue al bay descubrié que le habia llegado la menstruaci6n. Menos mal, penso Evrie aliviada, al menos en esos dias Farel no la molestaria mas.

Evrie decidié no bajar a desayunar y piel servia la habitacion para no encontrarse con Farel y Margarita y tener que lidiar con ellos.

Ese dia simplemente no tenia fuerzas para soportarlos.

Mientras desayunaba, el teléfono sono con un “ding”, era una notificacién de transferencia bancaria. En el mensaje habia una serie de numeros seguidos de una frase simple: [Pago final.]

Era dinero enviado por Farel.

Evrie lo con toda tranquilidad.

[zNo bajas a desayunar?]

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Dos minutos después, Farel le enviaba otro mensaje, como si no pudiera esperar mas.

Evrie le respondié que tenia la menstruacion, que le dolia el vientre y que no bajaria.

Con esas palabras queria decirle dos cosas: que no bajaria esos dias y que él deberia contener sus deseos, ya que no iban a tener relaciones por una semana.

Farel estuvo en silenunos minutos del otro lado y luego no volvi6 a escribirle.

Sin interrupciones, Evrie paso los siguientes dias en el hotel estudiando planos de construcci6n, familiarizandose con ellos. Amediodia, alguien tocd a la puerta y un empleado del hotel le entreg6 a Evrie una caja de medicinas.

—Sefiorita Evrie, buenas tardes, esto es para usted, cortesia del Sr. Farel Haro—, le dijo el empleado.

Eran pastillas para el dolor, especificamente para calmar los célicos menstruales.

Era claro que Farel habia tomado en cuenta su dolor.

Tomando la caja, Evrie sintid un calor sutil en algun lugar de su corazon.

Era la primera vez que alguien se preocupaba de esa manera por su dolor menstrual.

En los siguientes dias, Evrie continuo estudiando los disefios en el hotel, notando muchas diferencias con los disefios de su pais. Tendria que adaptarse de nuevo.

Anotaba todo cuidadosamente en su cuaderno para referirse a ello mas tarde.

Dias después, Leandro la llev6 al side construccién para iniciar el trabajo en serio.copy right hot pub Ella estaba entusiasmada y trabajaba con dedicacién, ganandose la aprobacion de Leandro.

El proyecto avanzaba a toda marcha.

En una de las conferencias, los profesores y doctores hablaban largo y tendido.

Farel, desinteresado, miraba su teléfono, hacia dias que no veia a Evrie. Ella estaba ocupada y él también tenia compromisos en el hospital.

Aprovechando un rato libre, le envid un mensaje a Evrie.

[Ven a mi habitacion esta noche.]

No recibié respuesta durante un buen rato.

Farel, temiendo su rebeldia, le enfatizo con un tono amenazante: [Si no te veo antes de las diez, iré a buscarte yo mismo.] Margarita not6 su distraccién y qued6 fascinada por su despreocupacion y elegancia.

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Durante el descanso, se acerco a Farel con la intencidn de conversar con él.

—Gracias, pero nointeresa.—

Margarita insistié: —Pero todos van, y les gustaria que te unieras a la actividad de equipo. —

—Vine a un seminario, no a divertirme.

Es inutil forzar a alguien a hacer algo que no quiere, gno tengo razon, Dra. Santos?—

Farel le echo una mirada rapida y su mirada era fria e implacable, sin dejarle un apice de dignidad a ella.

El rostro de Margarita camde color varias veces, hasta que finalmente, con un aire de vergiienza, se marcho. éVino a participar en el seminario?

jJa! jClaramente vino a por esa Evrie!

Algunos compafieros de trabajo se acercaron para sacar a Margarita del apuro.

Margarita sabia que ellos solo la estaban halagando para beneficiarse de su posicién social, pero ella con mucha cortesia asintié con la cabeza.

—De acuerdo. —

Cuando el seminade la tarde terminé, Margarita y dos compafieras de trabajo quedaron en encontrarse en el gran centro comercial de Brasil.

Ir de compras siempre es un asunto de cosméticos, bolsos y joyeria para las mujeres. Ellas siguieron las sefiales hasta llegar a la mayor tienda libre de impuestos de la zona con total familiaridad.

Margarita se quedo paralizada, sin poder moverse del lugar.