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Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Capítulo 132
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Capítulo 132

Farel mordia el Idbulo de la oreja de Evrie, su voz ronca y susurrante penetraba en su oido.

Al ver la reaccion de él, Evrie ya sabia de qué se trataba y, con un pensamiento rapido, le pregunté directamente:

— Ya viste a Margarita? —

—Si, justo salia de bafiay ellatodo. —

Los dientes de Farel se clavaban con fuerza en su cuello como venganza, y Evrie emitid un gemido ahogado de dolor. —Te has vuelto atrevida, ,ahora te animas a planear algo en mi contra? — continuaba la voz de Farel.

Evrie, mordiéndose el labio, se apoyaba con fuerza en su pecho. —Ella fue la que empezo a provocarme, yo sdlo le respondi con la misma tactica. De no ser asi, hoy quien hubiera sido atrapada por tu prometida seria yo. —

—Tranauila, ella no te atrapara. — Los ojos de Farel se oscurecieron, bajé la cabeza para seguir besandola, pero Evrie gird la suya para esquivarlo.

Era raro que Evrie se resistiera asi a Farel. Por lo general, se dejaba dominar por él con una resistencia timida, pero sin mucha fuerza, en una especie de aceptacién a medias.

Su resistencia esa noche era inusualmente fuerte y, después de varios intentos fallidos de Farel, 6! empezaba a impacientarse. —<¢Qué pretendes, no quieres estar conmigo? —

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—Asi es. —

Evrie empujaba con firmeza su pecho, sin darle oportunidad de seguir. —No quiero hacerlo. —

—Duna razon. —

—No quiero ser atrapada en el acto. —

—Ya te dije, nadie te atrapara. Relajate y déjame, gsi? —

Evrie desla mirada, negandose a verlo. —No, ya dije que no quiero hacerlo. —

—Evrie, tal vez te he consentido demasiado ultimamente, ¢te has olvidado de la relacion que tenemos? —

Los ojos de Farel se estrecharon, llenos de desagrado.

Evrie se morel labio, se mantenia tercamente callada.copy right hot pub

Ella sabia muy bien la relacion que tenian, pero por alguna razon, esa noche no queria tener ningun tipo de contacto con él. Para ser exactos, no queria tener nada que ver con él de ahora en adelante.

Incluso el mas minimo roce de Farel le causaba una intensa sensacién de culpa.

—Te pagaré mas, diez mil por esta vez, gaceptas? —

Farel, incoémodo, pens6 en forzarla, pero al ver su rostro palido como el de una mufieca de porcelana, sus pestafias temblorosas y sus labios palidos mordidos, de alguna manera no pudo continuar.

Farel respiré hondo, clavando su mirada oscura en Evrie, esperando su rendicion.

—No lo haré. — Evrie solt6 esas palabras.

—Cincuenta mil. — Farel subié la oferta.

—No...—

—Cien mil. —

Farel se con desdén, aumentando la cantidad con una expresi6n de ira contenida. Evrie, con determinacion, reunié todas sus fuerzas y lo empujo.

—Ya te dije, no quiero hacerlo esta noche. —

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Su voz se elev6, llena de desay una emocion indescriptible.

Farel, con el rostro sombrio, la miraba fijamente, sin entender qué capricho le habia dado. —Evrie, mi paciencia tiene limites. Esta noche noiré, mas te vale no obligaa forzarte. le dijo entre dientes.

Evrie conocia sus métodos, pero ya estaba preparada.

Justo cuando Farel se disponia a sujetar las manos de Evrie, se oyé un golpe en la puerta y la voz del personal de servicio. —Sefiorita Evrie, hay una fuga en la tuberia de su habitacion, por favor abra para que podamos entrar a repararla. — Evrie rapidamente se deshizo de él y abrié la puerta. —Adelante, por favor. —

Vestia un pijama largo y Farel también estaba vestido con ropa informal, ambos con una expresién anormal en sus rostros. Los trabajadores, como si ya estuvieran acostumbrados a estas situaciones, fueron directo al bapara arreglar la tuberia. Con Leandro presente, Farel no se atreveria a hacerle nada abiertamente.

Aprovechando la oportunidad de la puerta abierta, Evrie empujé a Farel hacia fuera y cerré la puerta con un fuerte —jpum! —.

Farel, que se quedo fuera, sentia cémo la ira le hervia por dentro.

—Bibibi

El celular en su bolsillo vibraba. Farel saco su celular y le eché un vistazo, un nombre parpadeaba en la pantalla: Papa. Era Federico Halo, su padre.

El hombre que movia los hilos en la Familia Haro.

—Hola, papa...—