Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Apenas iba a cerrar la puerta, Evrie extendió su mano y la detuvo.

—Alguien te ha tendido una trampa, este lugar no es seguro, ven conmigo.—

Farel ya estaba confundido, las venas de su brazo sobresalían marcadas.

Un zumbido ensordecedor llenaba sus oídos, y no podía oír claramente su voz.

—Farel, soy yo!—

Evrie se cuenta de su desconfianza, levantó su mano para quitarse la máscara, revelando un rostro aún más ensangrentado...

La mirada de Farel se posó en su cara y de inmediato se relajó bastante.

El efecto de la droga se hacía más fuerte, su visión cada vez más borrosa, y de repente agarró la mano de Evrie, jalándola hacia adentro de la habitación.

Con un sonido —Click— la puerta se cerró con llave.

Evrie quedó presionada contra la puerta, su temperatura corporal ardía sorprendentemente, y seguía aumentando—

Los ojos oscuros de Farel se llenaban de deseo, su nuez de Adán se movía arriba y abajo, y sus manos empezaron a explorar bajo su ampmanto negro sin esfuerzo.

Antes de que Evrie pudiera reaccionar, su cuello fue cubierto con fervorosos besos, su aliento caliente se esparció sobre su piel, dejando un rubor encendido.

En un instante, ella sintió la presencia indescriptible que venía de su cintura.

Evrie intentó resistirse, pero fue inmovilizada en sus brazos sin poder moverse.

Su respiración pesada llenaba el aire.

Más violenta, tumultuosa y pesada que nunca.

¡La droga estaba haciendo efecto!

¿Qué podía hacer?

Parecía que iba a perder el control en cualquier momento.

—Toc, toc, toc.—

De repente se oyó un golpeteo en la puerta, seguido de una voz tímida de mujer.

—Sr. Haro, ¿está ahí? He venido a traerle algo.—

Esa voz era demasiado familiar.

Era la misma chica que había venido a propósito antes.

Ella realmente había venido.

Evrie contuvo la respiración, mientras era mordisqueada con fuerza por el hombre, escuchaba atentamente los movimientos del exterior.

—Toc, toc, toc.—

La puerta fue golpeada dos veces más, sin respuesta.

Dentro, la situación ya estaba al rojo vivo.

En un momento, Evrie fue despojada de su ropa por él, y bajo la luz amarillenta, su manto negro resaltaba su piel pálida como la nieve, irresistiblemente atractiva.

Los ojos de Farel se enrojecieron aún más, apretando su cintura hacia él.

—Beep, beep

De repente, se escuchó el sonido de una tarjeta de acceso al cuarto, seguido por el picaporte girando ligeramente, intentando abrir la puerta.

Evrie sintió un vuelco en el corazón.copy right hot pub

Justo cuando la puerta estaba a punto de abrirse, giró rápidamente el cerrojo y la aseguró.

Pareció haber una pausa en el exterior.

Luego, el sonido continuo de alguien intentando girar la manija de la puerta.

Pero ella no podía entrar.

Evrie soltó un suspiro de alivio, pero antes de que pudiera relajarse, Farel de repente la arrojó a la cama, se montó sobre ella y la presionó debajo.

—Mmm...—

Sus labios cayeron pesadamente sobre los de ella, besándola con fuerza y profundidad.

Evrie apenas iba a tomar una bocanada de aire cuando su cintura fue firmemente capturada por la mano grande del hombre.

—Tú... despacio...—

La voz detrás no tuvo tiempo de salir, ya que fue completamente silenciada por su apasionado beso.

En el aire, sólo quedó el sonido de la respiración entrecortada.

La luz de la mañana entraba en la habitación.

Evrie vestía un traje de espectro y llevaba una máscara de fantasma, echó un vistazo a la cama, donde el hombre tenía una mano sobre su frente, aún no se había despertado.

La noche había sido intensa, no sabía cuánta droga le habían administrado.

En cualquier caso, no hubo casi descanso.

Al salir, sus piernas aún dolían.

Evrie miró a su alrededor, ya no había nadie, ajustó la máscara en su rostro y entró directamente al ascensor.

El incidente de anoche seguramente había sido una trampa de Marín.

El propósito era obvio.

Era simplemente encontrar a alguien con un aire similar al suyo de antaño, atraer a Farel, jugar a su favor y luego recopilar pruebas para acusar a Farel de abuso.

Mientras controlaran a Farel, Marín todavía tendría la oportunidad de cambiar el juego.

Evrie no estaba segura de cómo Marín veía su relación con Farel, así que no se atrevió a mostrarse precipitadamente y tuvo que regresar disfrazada.

En cuanto a Farel.

Después de una noche de agotamiento físico, probablemente necesitaría descansar bien, ella no tuvo el corazón para despertarlo.

La noche anterior, mientras él la sujetaba bajo su cuerpo, su aliento pesado y su voz ronca y profunda la llamaba una y otra vez.

—Evi. Evi.—

—No te enfades conmigo.—

El corazón de Evrie latía con fuerza, volvió en sí y sacudió los pensamientos coloridos de su mente.

Evrie sentía una dolorosa rigidez en la espalda, por lo que decidió no conducir.

En su lugar, tomó un taxi directamente a Residencias Árbol Dorado.

Por suerte, no tenía que trabajar hoy y podía descansar durante todo el día.

Se una ducha, deshaciéndose del manto negro que había sido rasgado en la pasión del momento, y se puso su propia ropa.

En el espejo, su cuello estaba cubierto de marcas entrelazadas.

Imposibles de ocultar.

Esta vez, él había dejado su huella, dentro y fuera.

Evrie suspiró aliviada, sintiendo una oleada de cansancio, y se hundió en la cama grande. En cuanto su cabeza tocó la almohada, se quedó dormida.

En sus sueños, resonaban los susurros de él.

—Tranquila, relájate...

—Abre los ojos.

—Bésame.

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