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Capítulo 280
Mientras tanto, Franco iba camino al chalé junto a su esposa e hija. Noemí y Erica estaban extasiadas
porque tenían la oportunidad única en la vida de asistir a tal banquete. Por su parte, Helen conducía
por su cuenta hacia allá. Ahora no tenía miedo de decirle a Érica lo que poseía, puesto que ya le había
revelado todas sus cartas.
Érica se guiaba mucho por el dinero, al igual que ella, así que la podía manipular con eso. Debia tener
su cooperación para poder lidiar con Anastasia. De igual forma, Érica también le ayudaría a cubrirla.
Por otro lado, con Anastasia, su teléfono sonó en ese momento. Lo miró de reojo y dijo:
-Señora Palomares, ya llegó mi padre.
-Contesta el teléfono -dijo Eva, asintiendo. –Ven, Alejandro. Deja que te vea con detenimiento -indicó
Eva, extendiendo un brazo hacia él, mientras Anastasia salia al balcón para contestar la llamada.
Alejandro sentia que algo lo conectaba con esa señora también, aunque no sabía qué. No tenía idea
que se trataba de los lazos de sangre que los unían, puesto que Alejandro era, en verdad, un miembro
Follow on NovᴇlEnglish.nᴇtde la familia Palomares. Se acercó con obediencia hacia Eva y ella lo revisó de pies a cabeza. Con el
frente a ella, se sentía aún más asombrada.
« ¿Por qué luce tan similar a Elías? ¿Será el destino?».
Mientras tanto, Anastasia atendía la llamada de su padre.
-Anastasia, ya llegué al banquete de cumpleaños de la señora Palomares. Noemí y Érica están
conmigo. Tú también ya estás aquí? —preguntó Franco, emocionado.
-Sí, ya estoy aquí.
-¿En dónde estás? Como la fiesta aún no comienza, te buscaremos primero. También quiero ver a
Alejandro -comentó Franco, sintiéndose un poco nervioso en el chalé, pues no conocía muy bien a los
miembros de la familia Palomares y tampoco había alguien con quien estuviera familiarizado.
-iClaro! Estoy descansando en el chalé número diez. ¡Vengan! -respondió antes de terminar la
llamada. Después, se acercó a Eva y le dijo: -Mi padre y las demás vendrán en un momento,
señora Palomares.
-Muy bien. Puedo conocer a tu padre también. –Eva asintió antes de mirar a Anastasia con afecto y
preguntarle: —¿Tu madrastra te trató bien?
-No me estoy quedando con ellos y, por ahora, nos llevamos bien contra de su consciencia, ya que no
quería preocupar a Eva.
comentó Anastasia, en
Luego de unos minutos, Franco y su familia llegaron al chalé de Anastasia. Cuando Érica lo vio, se
sintió celosa por completo. La vida que Anastasia tenía después de juntarse con Elías era algo que
estaba fuera del alcance de Érica. La familia Torres entró a la recepción y Franco se
sorprendieron al ver a una señora mayor, elegante y seria, sentada en el sillón.
«¿Esta noble señora es de la familia Palomares?» se preguntó Noemí, también sorprendida.
-Hola, señor Torres. Tome asiento.
-Señora Palomares, está aquí también. Ha pasado tanto tiempo.
Franco era, sobre todo, un hombre de negocios. Estaba en su naturaleza acercarse a las riquezas. A
pesar de que su esposa se sacrificó debido a la familia Palomares, él se mantuvo cortés con ellos al
considerar su fortuna e influencia.
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-Señor Torres, han pasado tantos años antes de que nos diéramos cuenta. ¡El tiempo de verdad vuela!
–expresó Eva.
-¡Es cierto! No la había visto en más de diez años. — El comportamiento de él hacia ella era de sumo
respeto.
-Buen día, señora Palomares. Mi nombre es Noemi, la segunda esposa de Franco. Ella es mi hija,
Erica —saludó Noemí, a la par que volteaba hacia su hija para decirle: -Érica, saluda a la señora
Palomares.
-Hola, señora Palomares. Me llamo Érica -habló en un tono de voz dulce.
-Encantada de conocerlas. —Eva asintió, sonriendo.
-iLuce joven, señora Palomares! -halagó Noemí, aprovechando la oportunidad.
-iBueno, pero si me estoy haciendo vieja! -respondió Eva moviendo sus manos y con una sonrisa en
su expresión.
-Señora, necesita darles la bienvenida a los invitados -indicó Anita, quien se había acercado a ella.
-Es cierto. Me retiraré al salón principal primero. Que tengan una excelente noche aqui. Vengan pronto
al banquete -dijo Eva a la familia Torres.
-Claro. La acompaño a la puerta. – Franco se paró y Noemí le siguió de inmediato.
.-Te vere después, Alejandro -mencionó Eva, girándose y mirando al niño.